Sonido y ciudad comparten entre sí, en el plano de la imaginación creadora, un simbolismo dinámico. Tanto el fenómeno de la vida urbana como el fenómeno sonoro en su dimensión sensible, no son indiferentes al tiempo, compuestos de materias que no son indiferentes ni en las rítmicas ni en las ondulaciones del tiempo. La realización de etnografías sonoras en la ciudad atribuye, así, considerable importancia a otras prácticas etnográficas al interior de la Antropología Urbana, y que generalmente fueron excluidas de su campo de preocupaciones, a saber, el papel de las emociones, de los afectos, de las sensaciones, de lo imaginal, como partícipe de la construcción de la representación etnográfica de las modernas sociedades urbano-industriales (Maffesoli, 1990).
La propuesta de una antropología sonora está centrada, así, en los sonidos y sus sonoridades, como datos sensibles que comportan la experiencia humana en el mundo. Los sonidos son, en este sentido, dispositivos simbólicos profundamente abiertos y dinámicos, en permanente construcción, con un profundo arraigo a las formas de vida colectiva y a sus contextos cósmicos y sociales de origen. En su aspecto arqueológico, una etnografía de los sonidos urbanos, en el plano del estudio de la memoria colectiva y de la duración, apela a la materia de las transformaciones de tales formas, abiertas a la inestabilidad de las prácticas sociales diversificadas en el contexto de las grandes metrópolis contemporáneas. El estudio de las formas sonoras que asume la vida colectiva en las sociedades modernas, como expresión cambiante de los arreglos de su cuerpo social, reúne las formas sensibles que el asume a su inteligibilidad.
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Notas
1. En especial, nos gustaría situar la etnografia realizada por Priscila Farfan (becaria de investigación científica Fapergs) en el centro de la ciudad de Porto Alegre, sobre los fraseos de los vendedores ambulantes de cd’s y dvd’s, así como la investigación etnográfica de Luciana Mello (Magíster en PPGAS/UFRGS) en el Bairro Navegantes, también en Porto Alegre, sobre las narrativas de los antiguos habitantes y las melodías de la memoria. Dos investigaciones que inspiraron este texto, más allá de la investigación sobre las formas de sociabilidad y la circulación de la palabra en las ciudades contemporáneas de Viviane Vedana (Doctorada en PPGAS/UFRGS).
2. La observación de que la altura del sonido producido por una cuerda vibratoria varía con su longitud, es atribuida a Pitágoras (S. VI a.C.) descubrimiento que llevó a la escala musical en que aún se basa la música occidental. En la música, la acústica es importantísima, pues sin el estudio de ésta no es posible el desarrollo y el proceso de creación artística. Sin el estudio del sonido, sus combinaciones, armonía e interacciones entre las notas musicales no existen.
3. Segundo Kristeva (2003) “es necesario distinguir cuidadosamente este sonido, portador de sentido, de los diferentes gritos que sirven de medio de comunicación entre los animales. El sonido lingüístico pertence a una categoría completamente diferente de lo visto, que instaura este sistema de diferenciación, de significación y de comunicación que es la lengua en el sentido que le demos detrás, y que pertence solamente a sociedades humanas”.
4. Nos referimos a obras como: Lévi-Strauss, Claude. Olhar, escutar, ler. São Paulo, Companhia das Letras, 1997; Tristes Trópicos, Companhia das Letras, 1996. Antropologia Estrutural, ed. Tempo Brasileiro, 1996. Mito e Significado, ediciones 70, 2000, entre otros.
5. Para mayores consideraciones ver Oliveira, Tiago. “Som e Música. Questões de uma antropologia sonora”, Revista de Antropología, vol. 44, no. 1, 221-287, 2001, Departamento de Antropología, USP.
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